Nuestra Historia
Llàgrimes del Canigó nace entre los campos de olivos del Alt Empordà, con la brisa del Mediterráneo y el agua de los Pirineos. Creamos aceite de oliva virgen extra aromatizado de distintas variedades, que embotellan emociones para aderezar todos tus platos. Su elaboración es totalmente artesanal, desde el árbol al plato, manufacturado con delicadeza para conservar sus aromas y propiedades.
Elaboramos nuestro aceite con aceitunas de la variedad Argudell, autóctona de la zona del Alt Empordà (Girona). La extracción en frío aporta un sabor exquisito a cada gota de nuestro aceite de oliva virgen extra, intensificando su sabor más auténtico.

Llàgrimes del Canigó es el nombre que da lugar a un aceite de oliva virgen extra muy especial. Especial por la variedad de aceituna con la que se produce: Argudell. Una variedad autóctona de la zona del Alt Empordà, Girona, muy preciada por su elegancia y finura.
Especial porque es precisamente en esta zona de la costa mediterránea dónde esta variedad de aceituna encuentra las condiciones edafoclimáticas óptimas para su desarrollo perfecto. La brisa del Mediterráneo y la famosa Tramontana que sufren los hogareños son dos de los secretos para que este aceite de oliva Argudell tenga un sabor tan especial. Especial también por su elaboración, pues la obtención del aceite de oliva es totalmente artesanal: de la aceituna del árbol a la botella, manufacturando cada paso con delicadeza para conservar todos sus aromas y propiedades. Extraído en frío para aportar un sabor exquisito, intensificando su sabor más auténtico. Y por si fuera poco, este aceite tan especial se aromatiza con hojas, plantas, pieles de fruta, hongos y especies.

Lo hacen dos jóvenes emprendedores: Xavi y Jesús, arquitecto y abogado de profesión. Amantes de la gastronomía y la naturaleza. Dedicados al mantenimiento y cuido de los olivos, la producción y recogida de la aceituna y extracción del aceite de oliva.
Hasta la fecha son 6 las recetas que han lanzado al mercado: laurel y eucalipto (en honor a los aromas del mediterráneo), limón e hinojo (para dar color al sabor de los pescados), tomillo (para volver a casa con probar una sola gota), guindilla, ajo y pimientas (para acabar lamiendo el plato), naranja y canela (para eliminar la mantequilla en las recetas de repostería) y boletus (volver al otoño y con él a sus setas más preciadas).
