En Llàgrimes del Canigó, mantenemos viva la tradición y la calidad del Trull d'Agullana al prensar nuestro excepcional aceite de oliva virgen extra. Nuestra historia se remonta a generaciones atrás, comenzando con nuestro abuelo, quien ya prensaba aceite en su masía utilizando un antiguo molino de piedra. Es un legado familiar que nos enorgullece mantener y transmitir a través de cada botella que producimos.

Nos apasiona preservar los métodos tradicionales en cada etapa del proceso de producción de nuestro aceite. Desde el cuidado minucioso de los árboles de oliva hasta la delicada prensada, cada paso se lleva a cabo con el máximo respeto por las técnicas ancestrales que nos han sido transmitidas.

Nuestros olivos, cuidadosamente cultivados, son tratados con dedicación y amor. Seguimos prácticas agrícolas sostenibles que garantizan la salud y vitalidad de los árboles, permitiendo que las olivas crezcan en un entorno natural y libre de químicos nocivos. Esta atención minuciosa asegura que cada fruto esté en su máximo esplendor y aporte las características únicas que distinguen al Trull d'Agullana y sus aceites de Llàgrimes del Canigó.

La prensada del aceite se solía hacer utilizando un molino de piedra, tal como lo hacía nuestro abuelo. Ahora utilizamos métodos mecánicos que nos permiten preservar mejor el sabor y calidad del aceite. Cada gota de aceite obtenida es un testimonio de la dedicación y el esmero que ponemos en mantener viva nuestra tradición.

En resumen, nuestra marca se enorgullece de mantener la tradición y la calidad del Trull d'Agullana en la producción de nuestro aceite de oliva virgen extra. Siguiendo los pasos de nuestro abuelo, cuidamos cada aspecto del proceso, desde el cultivo de los olivos hasta la prensada del aceite. Es a través de esta dedicación y respeto por las prácticas ancestrales que garantizamos la excelencia y el sabor distintivo de nuestro aceite.